jueves, 16 de septiembre de 2010

Subte-rfugios

Mediodía. Recién bañada y roseada con el Hugo Boss Pure -descubierto con grata sorpresa recientemente- me dirigía al laburo. Vestida toda de negro, no podía faltar el comentario obvio-pelotudo de dos trabajadores de Metrovías: "¡Pero si estás de luto!".
Ya me encontraba sobre la plataforma y se acerca un tipo de treinta y largos hablando por celular. Descripción: Campera violeta y algunos colores llamativos más. Arito en la oreja. Anteojos de sol sobre el poco pelo que le quedaba (ni un rayito de Febo se había asomado en ese momento como para convertirlos en necesarios). Se prendió un pucho mientras seguía hablando con otro tipo por celular y ahí me volví a hacer la pregunta para la que aún no hallé respuesta: ¿Está permitido fumar adentro del subte?
En fin. Treintaylargos cortó la comunicación, me miró, meditó y se acercó aún más.
T: ¿Hace mucho esperás?
Y: (Sequísima) No, hace cinco minutos.
T: Ah...está bien. (Me seguía mirando con intención de entablar conversación y yo, por supuesto, miraba fijo el punto en el que las luces salvadoras del subte aparecerían y las muy desgraciadas no lo hacían).
T: Recién venía caminando y cayeron algunas gotas...
Y: Ah, ¿si? Yo no sentí nada.
T: Sí, yo venía de lo de un amigo por Bonorino y me cayeron. Lo que pasa es que yo trabajo la mitad del año acá y la otra afuera y lo vine a visitar.
Y: (¿Alguien te preguntó? Encima ya lo calé: es de esos tipos que se piensan que se van a levantar minas alardeando con lo de que vienen del exterior).
T: ¿Vos te vas a trabajar ahora?
Y: Sí (ni te atrevas a preguntar dónde).
T: Yo ahora me voy a mi casa, en Lomas. Pero mis viejos viven en España, y vengo de pasar un verano allá de 40 grados, cero ganas de volver a Argentina.
Y: Y sí, a cualquiera le pasaría.
T: Sí, viven cerca de Barcelona, en Andorra.
Y. Ah, el principado.
T: (Mira con cara de sorpresa) Sí, el principado.
Llegó el subte, al fin. Me senté en un asiento y él, por suerte, se quedó parado lejos de mí. Quizás se dio cuenta de que estuve un poquito seca.
Ahora digo, ¿por qué tengo 40 historias con tipos que se me acercan en la calle y ninguna con una mina? Igual, aunque ya sé que puedo caer en el gataflorismo, pero no creo que me atraería alguien que me viniera a hablar sin conocerme.

2 comentarios:

  1. el día que me anime a hablarle a desconocidas te aviso.
    por ahora, lo más parecido que me pasó es que el chino canchero del super me pregunte si tenía novio y acto seguido, me quiera presentar a su amigo que estaba acodado en la puerta.
    "¿por qué? ¿no gusta chino?" me dijo, y como había otro señor al lado mío me dio vergüenza explicarle...

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  2. jajajaja "¿no gusta chino?" No gusta chino ni chicos. Sí, la verdad, en el subte he mirado a tantas minas y nunca me animé a hablarles, yo también te avisaré. Quizás es una cosa inherente a las mujeres, eso de no hablarle a desconocidos. No sé, igual, como ya dije, lo más probable es que, si me viniera a hablar una mina, no me gustaría, porque siempre busco el reto; siempre termino buscándolas yo, ja.

    Saludos!

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hacen los coros