miércoles, 28 de noviembre de 2012

Tiempo

No hay mejor metáfora del tiempo que un reloj de arena. Pasa, se escurre gradualmente, grano por grano. Pero siempre se mantiene dentro de los límites del recipiente de vidrio. El tiempo nunca se pierde.  En una época estuve loca y pensaba maneras de no perder el tiempo. Por ejemplo, levantándome a las 5 am todos los días, sin tener la obligación de hacerlo. Quizás fue la época más infeliz de mi vida. Ahora pienso en maneras de no malgastarlo. Y no se me ocurre ninguna. 





miércoles, 14 de noviembre de 2012

De novelas, no-velas y nouvelles


Los sucesos de los últimos días me revelaron algo. Sí, por supuesto que para llegar a la revelación tuve que pasar por los llantos, devenidos en dolores de cabeza, devenidos en miligramos y miligramos de ibuprofeno para tapar lo que no tenía tapa. No sé si fue el ibuprofeno o los pensamientos que me acosaban –cada vez más me convenzo de que se trata de la segunda opción-, pero empecé a sentir que mi estómago se encogía cada día más. Renuncié a la comida parcialmente y en contra de mi voluntad. No podía. Hace poco empecé a leer una novela, El club de los ángeles, de Luis Fernando Verissimo. No me acuerdo si ahí o en una crítica que había leído sobre el libro decía que todo pasa: el amor se pasa, el dolor se pasa, pero el hambre siempre vuelve. Estoy empezando a dudarlo. De lo que sí estoy segura es de que pude extraer algunas frases muy buenas del primer capítulo de esa novela. No-vela. Nunca me había puesto a pensar en ese juego de palabras. Las novelas no velan, revelan. Cierto, y en la primera oración de este texto dije que había tenido una revelación. Y por ahí tiene que ver con otra frase que leí de ese libro: “El crimen inventado es peor que el real. Porque si este último puede ser accidental, o fruto de una pasión momentánea, nunca escuché de un crimen ficticio que no haya sido premeditado”. Y quizás eso es parte de la revelación que estoy teniendo mientras escribo. El crimen que me volvió víctima –odio esa palabra, pero a veces es necesario ponerse vulnerable- fue un crimen real, producto de una pasión incontenible, de un rebalse de energía negativa muy poderosa, que me fue disgregando por dentro, muy de a poco. Una tarea verdaderamente fina y al mismo tiempo descontrolada. La cuestión es que, pienso, si el crimen más cruel es el de la ficción, por ser premeditado, no me queda otra que inventar mi propio crimen, ponerme a escribir y superar al crimen real. Inventar un crimen ficticio en el que soy un ser despiadado y malvado que destruyo todo lo que encuentro a mi paso, incluso a las personas de mi círculo más íntimo.
Sería una buena estrategia para sacarme este ahogo que siento en el estómago.

Es curioso encontrarse en un lugar extraño que, al día siguiente, parece haber conformado parte de un capítulo de una novela reveladora. Y que hayan venido las náuseas, los temblores, las palpitaciones y todo el estrés emocional que vengo arrastrando hace meses. Como cuando era chica y me iba de campamento o a dormir a la casa de una amiga y me dolía la panza. No creo que fuera a extrañar con la panza, yo nunca fui de extrañar, y menos cuando era chica. Pero sí creo que es la novedad (del lugar, de las personas). Novela corta se dice nouvelle, que suena a nouveau pero en femenino. Quizás porque ingresamos, en un corto plazo, en un nuevo mundo (femenino) al leerla. Y los cambios a corto plazo son traumáticos. Y quizás ese sea el crimen ficticio más interesante y desgarrador al mismo tiempo.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Quedé intrigada

Sábado 3 de noviembre. 00:03 hs.

Yo me encontraba leyendo un texto de Horowicz, como buena persona desesperada porque tiene parciales el 13 y el 14 de noviembre y el 15 una entrega final de un TP (razón por la cual voy a matar a los organizadores de la Marcha del Orgullo por hacerla siempre el sábado previo a mi crisis facultativa).

Cuestión que, mientras leía sobre las diferencias en el programa político de la UCRP y la UCRI, sonó mi celular.

Yo: Hola?
Desconocida: Hola, Laura?
Y: Sí...Quién es?
D: Romina.
Y: Romina...? (No conozco a ninguna Romina).
D: Sí, mirá te explico. Yo soy hetero, pero vos me flasheaste la cabeza y quería saber si estabas saliendo con alguien.
Y: Eh...mirá, yo acabo de separarme de mi novia, pero no sé si estoy en condiciones de conocer a alguien en este momento...
D: Ah, es un bajón, porque de verdad me gustás mucho!
Y: Pero, esperá, de dónde sacaste mi teléfono?
D: Eh...No importa, lo conseguí.
Y: Y de dónde me conocés?
D: De la facultad.
Y: Pero...yo te ví alguna vez? Hablamos?


Se cortó. O me cortó. Me dejó con una intriga bárbara. Quién será? No sé si era verdad que iba a mi facultad, no sé si su nombre verdadero es Romina, no sé si era una joda de alguien, no sé.

Lo qué sé es que me hizo acordar a esto:


viernes, 2 de noviembre de 2012

Vacaciones impares

Hace unos meses mis viejos decidieron irse de vacaciones, al igual que todos los Año Nuevo, a Huerta Grande, Córdoba. Al rato, se sumaron mis abuelos. Pasó un tiempo y mis viejos nos ofrecieron invitarnos a mi hermana y a mí con nuestras respectivas parejas. Y les dijimos que sí.

El domingo pasado, con Dana decidimos separarnos. Y quizás sea mejor así. Curiosamente, el domingo pasado fue 28 de octubre. El mismo día del 2011 ella había decidido que quería estar sola y me dejó. Pero volvimos un poco más de un mes después.

Cuando hace un rato mis viejos me dijeron que vaya diciéndoles qué día íbamos a salir para allá, largué todo: "Voy sola".

Qué divertidas van a ser una vacaciones así! Todos en pareja menos yo! Todos besándose en Año Nuevo, a la luz de los fuegos artificiales, con los pinos de fondo. Y yo sacando las fotos.


miércoles, 31 de octubre de 2012

Tu mano húmeda

Bueno, hoy puedo decir que, tras casi 6 años de vida universitaria, me siento realizada. Hoy tuve uno de los teóricos más emotivos -y menos teóricos- de la carrera.

Eran las 19 hs. Teórico de Cultura Popular y Masiva, Facultad de Ciencias Sociales, UBA. 200 personas en el aula. El jefe de cátedra, Pablo Alabarces, retoma un tema de la clase pasada: la cumbia -uno de los tantos géneros de la música popular-y sus transformaciones en base a las transformaciones de la sexualidad de hombres y mujeres. Las mujeres, que empiezan a adquirir mayor autonomía y el placer "comienza" a poder ser también femenino; y los hombres, que no saben qué hacer con esa ganancia de autonomía. De allí surgen canciones como "Laura se te ve la tanga", "Andrea", entre tantas. El goce -como consecuencia del sexo oral o la penetración anal- está puesto en la mujer, cuando en realidad todos sabemos que aquellos son las fuentes de goce del hombre y -dijo el docente-, "no hay estadísticas sobre la preferencia de las mujeres por esas prácticas".

-"Encuesta en vivo!", gritó una de las docentes de prácticos -hermosa, por cierto-.

Todos rieron, pero la clase siguió y nos pasaron un fragmento de Casablanca, en el que todos cantan La Marsellesa y se ve la carita esculpida de Ingrid Bergman, enamorada de Humphrey Bogart.

Pero no termina ahí. El docente comienza a hablar de la música popular como una forma de educación sentimental que nos ayuda a pensar y sentir lo emotivo. Una forma de expresión "de manera más interesante"  de nuestros sentimientos: decir te quiero, te extraño, no me dejes; pero de manera más copada. Ahí se habló del chiste en el que una chica dice ¡qué plagio este Neruda, se copió de todas las poesías que me escribió mi novio".

La clase siguió y luego vino lo más interesante. El regreso del bolero con Luis Miguel y su "No se tú", y la explosión de la música melódica contemporánea en América Latina.

Y aquí el quid de la cuestión. El profesor dice: estuve buscando toda la tarde algo para pasarles,  encontré esto y me quedé anonadado.

 

La dejó enterita. Hasta el final. La clase prorrumpió en un aplauso. El video era una excusa para hablar de cómo la música melódica, en esos comienzos de los '80, pudo mostrar que se podía hablar de otras cosas -como una historia de amor entre mujeres-y no sólo de pelotudeces cursis.

Y sí, dijo el docente: en la música melódica no se hablaba de fluidos ni de humedad, y acá sí: hablaban de "tu  mano húmeda sobre la mía".


domingo, 28 de octubre de 2012

Calambres en el alma

Cada cual tiene un trip en el bocho, pero por suerte pudimos ponernos de acuerdo. Fue la separación más sensata, madura y emotiva que tuvimos. No hubo gritos, ni palabras hirientes, sino de apoyo y esperanza. Esperanza de reencontrarnos algún día con una sonrisa. Esperanza de vernos mucho mejor que ahora y ser felices por ver feliz a la otra.



domingo, 21 de octubre de 2012

En el día de la madre



Dana siempre me habló de su impotencia, de su enojo con el mundo porque ella nunca tendría la posibilidad de darme hijos. Fue así que se me ocurrió pintar este cuadro, "Deuda externa", para expresar el precio a pagar por dos mujeres que quieren tener un hijo. Un hijo que no tendrá los rasgos de ambas. El esperma como deuda externa. El dinero como requisito para la procreación. El color cálido de la vida por nacer, el color pálido de la impotencia.

Ayer releí una carta que Dana me escribió exactamente hace 2 meses, el 21 de agosto: "Algún día, media docena de críos felices va a besarte tanto hasta ponerme celosa. Van a estar enamorados de su madre y vamos a tener que gastar ¡millones! para solucionarles el Edipo. Quiero más de una vida con vos, y ahora que lo pienso bien, ¡quiero una docena de hijos! ¡Qué digo! Quiero que todas las criaturas del mundo te tengan como madre".

Y es que, a veces, con ella coincidimos en que soy su segunda madre, su verdadera familia.

Este es un Día de la Madre bastante extraño. El mundo es raro. Una muy amiga mía, de 23 años, va a ser mamá. No sabía si abortar o tenerlo, pero se decidió por lo segundo. Dana se queja y se enoja con Deusa y con todas las deidades del Universo de que cualquier mujer puede quedar embarazada de un día para el otro, menos nosotras, las lesbianas. Pero, de todas maneras, le gusta pensar y fantasear con los hijos que una inseminación artificial nos podría dar dentro de algunos cuantos años, y de los nombres que les pondríamos. Yo me río.

E incluso fantaseamos con la posibilidad de que, algún día, las mujeres no necesitemos esperma para procrear. Y no lo inventé yo:

http://www.taringa.net/posts/info/1173659/Investigan-la-creacion-de-esperma-femenino_.html

  



viernes, 12 de octubre de 2012

domingo, 7 de octubre de 2012

No da

No da que, en una fiesta familiar, tu abuela le diga a tu novia: "¿Te crecieron los pechos?", ella le responda que sí, que puede ser, y, a continuación, tu abuela le diga: "Debe ser porque te las masajean bastante", con tono pícaro.

domingo, 23 de septiembre de 2012

Un poco de descarga

Se acercan los parciales así que nada mejor para descargar tensiones que ponerse a improvisar. En este caso, un solo para una canción mía que se llama Bisturí. Para escuchar, acá. 

domingo, 16 de septiembre de 2012

Hogar dulce hogar

Domingo a la noche. Tus viejos se fueron de vacaciones. Casa amplia para que vos y tu novia puedan hacer lo que quieran: un asado al mediodía, garche con mucho ruido, etc, etc. Pero resulta que tu novia está loca y, después de comer el asado, se le da por decirte que se quiere ir a su casa, te empieza a tratar para el traste, y lo peor es que se da cuenta de que te está tratando mal a propósito, porque vos no le diste razones para hacerlo. Resulta que de repente te dice que quiere que se separen y vos le decís que preferís separarte a estar con alguien que, porque se le canta, te trata como un trapo de piso. Y te dice hija de puta por apagar un velador, ponele. Así que tu novia se va de tu casa y te queda toda la noche de domingo para leer textos facultativos, mientras, en la pieza de al lado, hay otros dos -mi hermana y su novio- que sí aprovechan bien la ocasión para coger a todo trapo y no dejarte leer los susodichos textos por los ruidos/gritos que podrías haber emitido vos misma.

sábado, 15 de septiembre de 2012

Descloseteando San Rafael II


 -Buen día. Yo había hecho una reserva a mi nombre...
La empleada del hostel me miró a mí primero, a Dana después y, finalmente, dijo:
-Ah, sí. Si quieren, dejen las cosas en ese cuartito y vuelvan a entrar a las 10.30, que es la hora del check in.

Aceptamos y salimos a caminar por las calles heladas de San Rafael, Mendoza, buscando algún bar donde desayunar. Dos cosas sorprendieron: a nosotras, la escasa cantidad de gente fumando en las calles; a los sanrafaelinos, dos mujeres de veintipico caminando de la mano.
Nosotras pertenecemos a esa generación de lesbianas que salió del armario al ritmo de los noticieros que hablaban de la aprobación de la ley de matrimonio igualitario, al compás de la proliferación cada vez mayor de series lésbicas, tanto extranjeras –y su basura inverosímil,  The L World-, como la de la primera serie lésbica argentina, Plan V; salimos del closet en una época en la que el suplemento Soy ya existía, en la que los floggers –con Cumbio a la cabeza- ya habían marcado una especie de “moda” homo o bisexual y en la que series comerciales de canales abiertos como El elegido ponían en escena una relación lésbica para ganar rating. Una época en la que caminar de la mano por la ciudad de Buenos Aires  ya no generaba  sorpresas ni miradas de costado.  
Pero caminando por San Rafael nos percatamos de que no estábamos en Buenos Aires. Miradas sorprendidas de mujeres con cochecitos de bebé, miradas de adolescentes que se pararon en una vidriera de un negocio cerrado para mirarnos pasar entre risas, miradas curiosas de hombres en salas de videojuegos. Ni hablar de que no vimos ni una sola pareja homosexual caminando de la mano por la ciudad en todas las vacaciones.
Pero la frutilla del postre no  vino hasta el viaje en micro de regreso a Buenos Aires. Yo me había quedado dormida y me desperté con el asiento de al lado vacío. Recordé que Dana me había comentado que antes la habían dejado ir a fumar a la cabina del conductor, por eso supuse que debía estar ahí. Corrí la cortina y ahí estaba ella, charlando con el conductor y su acompañante, un riojano que antes había lanzado la clásica pregunta de confirmación: “¿Son hermanas?”. Me ofrecieron que me sentase y siguieron la charla. El riojano se excusó:
-Yo puedo entender que entre dos mujeres…pero no entre hombres. Un hombre que está con otro, no es hombre.
Podría haberle respondido que un hombre que no puede estar con quien de verdad le da la gana no es un hombre, o podría haberle preguntado qué significaba para él ser un hombre, pero no valía la pena discutir con alguien que pensaba que si Menem no se hubiera retirado del ballotage en 2003 –según él, lo hizo porque lo habían amenazado con asesinar a Zulemita si no lo hacía- hoy estaríamos mucho mejor.    

sábado, 8 de septiembre de 2012

Descloseteando San Rafael

En julio fuimos con Dana a San Rafael, Mendoza, y nos propusimos la misión de encontrar, al menos, una torta. Esto fue lo que ocurrió.



  

martes, 4 de septiembre de 2012

De una poesía, una canción


Para escuchar...acá. 




¿Qué es la vida 
si no un delirio 
de metáforas aladas? 
Surrealismo puro 
Su realismo es tan sensato 
que soy uva y quedo amarga como el vino 
Su realismo es tan sensato 
que como manzana me pudro.  

Esta ciudad baudelairiana 
¡Qué tedio! ¡Qué tedio! 
Al igual que el resto  
de la multitud me muevo  

Mis necesidades prácticas 
son lo único que me mueve 
como autómata filistea 
¿hacia dónde? 
La teleología de esta experiencia 
se acaba de anular. 
Aprehender textos 
para recitarlos es una instancia 
tan artificial  
como su contenido. 

Nací artista, no sirvo 
para esos academicismos 
¡Acá tienen el examen final! 
de sus sucios conceptos me sirvo. 

La sabiduría no puede calificarse 
con números naturales 
tan innaturales que nos enseñan en la escuela 
para ser razonables. 

Sería como ponerle 
un puntaje al amor, 
a la amistad, a una canción. 

Es que nací en el seno de una familia 
De judíos profesionales 
Y siempre fui lo otro 
atea, lesbiana, artista, mujer. 
Y si no hablo mucho 
Lo hago con una canción 
Con una poesía o acrílicos.  

¿Qué es la vida, 
Si no un delirio? 

martes, 28 de agosto de 2012

17 meses


Según la Quiniela, el 17 es la desgracia. Pero yo creo que es todo lo contrario. Hace 17 meses que conocí a Dana y, curiosamente, la intensificación de esta relación es directamente proporcional al paso del tiempo. Hace 17 meses me habló una noche de un incipiente otoño una marplatense de ¡20 años recién cumplidos! que estaba -a  mi juicio- loca de atar. "Habrá que seguirle el juego", pensé. Y así lo hicimos. Y saqué generala doble.

El segundo día que hablamos ya nos cogimos por chat y, a las dos semanas, ya nos decíamos que nos extrañábamos.




 Al mes nos conocimos personalmente, y nos gustamos más aún. A los 3 meses y medio, se vino  vivir a Buenos Aires. Los primeros tiempos de ella en mi ciudad fueron durísimos: ella vino con $800 en mano y sin laburo; yo, por mi parte, era víctima de los gritos de mi padre el día en que se enteró por mis tíos de que estaba de novia con una mujer y no les había dicho nada a él y a mi vieja.

Fueron meses difíciles: yo estaba sin trabajo y Dana consiguió uno en un kiosko de Microcentro en el que la explotaban y trabajaba todos los días menos los viernes (los domingos laburaba ¡12 horas!). Yo finalmente conseguí laburo en una revista y las cosas empezaron a marchar, aunque no nos podíamos ver casi nunca -además de que a casa no la podía traer y, en su hotel, vivía en una pieza junto a tres tipos, de los cuales dos eran putos y pareja. No podíamos tener intimidad casi nunca, no nos veíamos más que los viernes por la tarde-noche y un día me llamó al trabajo para decirme que no quería estar más conmigo. Sin más explicaciones.

Un mes después, reapareció, rogándome que volviera con ella. Volvimos en diciembre. Llegó el calor, la llevé a casa y conoció a mis viejos. Pasó más tiempo y la llevé a la casa de mis abuelos. Ahora, cada vez que veo a mi bobe me pregunta: "¿Cómo está tu compañera?", o: "¡Mirá vos, te viniste a enamorar de una mujer!".

El mejor sexo empezó a venir en esa época, con amplios fines de semana para vernos -ella ya había conseguido otro laburo menos explotador-, se quedaba a dormir en casa, los domingos íbamos a una parri que queda cerca de casa o nos pasábamos la tarde mirando películas y cogiendo.

Después conocí a sus padres. Fuimos un fin de semana a Mar del Plata a principios de marzo. A pesar de los miedos de Dana sobre la actitud que adoptaría su madre frente a esa circunstancia, todo salió perfecto. Llegamos y desayunamos con ellos, fuimos juntos a la playa, a la noche el padre hizo asado y el domingo fuimos solas a la Laguna de los Padres. Yo había ido como "amiga", pero fue más que obvio mi verdadero rol cuando se me escaparon algunos "mi amor" y Dana terminó dejándose llevar y dándome la mano en presencia de ellos.



Después empezaron las clases en la facultad para ambas y, entre algunas peleas, celos y algunos distanciamientos, seguimos juntas. Ahora ella se mudó a una habitación para ella sola y ya tenemos un espacio para compartir en paz.

En julio nos fuimos a San Rafael, Mendoza, juntas. Fueron las mejores vacaciones de mi vida. Caminamos 22 kilómetros, anduvimos en bici, conocimos el Cañón del Atuel y los dueños del hostel se robaron las cuantiosas sobras del asado que Dana había hecho y dejado en la heladera (y un queso Mar del Plata sin abrir).



Yo volví a estar sin laburo (¡sí, así de fluctuante es mi situación laboral!) y, en cuanto consiga uno permanente, me mudo con ella a un departamento.

Hace 17 meses que la conozco y, quizás, hace 17 que la amo también.





jueves, 16 de agosto de 2012

Mejor que el chocolate



Me acuerdo de la primera vez que vi esta película...Yo recién empezaba a estar con otras mujeres y me fascinó. Me moría de ganas por sacar de la pantalla y traer a mi cama a esa Christina Cox de pelo cortito y rubio, grandota, fibrosa y artista; o yo trasladarme a esa casa rodante hippie en la que ella vivía para que ella me hiciera un retrato o yo uno a ella. O compartir juntas uno de esos cubículos del baño del boliche, mientras otras tortas hacían fila y escuchaban los gemidos. O estar cogiendo en el sillón de la casa y ser descubiertas por un hermano.

También me moría de ganas por trabajar en ese local, "10 percent books", y que mi jefa fuera Ann Marie Macdonald (o Frances, en la ficción), tan intelectual y, al mismo tiempo, intrigante.


Al ver esta película por tercera vez hace poco, pude sacar algunas conclusiones acerca de mis gustos:

-que me gustan las mujeres de pelo corto, definitivamente.

-que me gustan artistas/intelectuales

-que cuando vi por primera vez esa película, pensé que ese tipo de minas -hermosas, llenas de aventura, de intriga, de arte, de intelecto y de pasión- sólo existían en la ficción. Pero ahora que conozco a Dana, puedo decir que también pertenecen a la vida real.

jueves, 26 de julio de 2012

De cómo entender nuestro apetito sexual adolescente como espectadoras de OT

Con Dana habíamos decidido caminar desde casa, en Caballito, hasta el Barrio Chino, en Belgrano. Unas 70 cuadras nos separaban de esos restaurantes con olor a salsa de soja, fritura y chop suey, y de los supermercados repletos de productos inexistentes en las góndolas de Coto, Disco o Carrefour -"¿Existen los Toledo en Buenos Aires?", me preguntó la marplatense-. En tanto camino por recorrer tenían que pasar cosas, y efectivamente, pasaron. No sólo nos topamos con un afiche publicitario de Radio AM750 en el que aparecía mirándonos la cara de un bahiense con el que estuve hace unos años, cuando todavía no había estado con mujeres pero mis adentros lo pedían a gritos -de hecho, él estaba de novio y yo le había sugerido hacer un trío ("No me parece viable", me había respondido sensata o cobardemente)-. Al ver su cara, Dana me dijo que, a falta de mujeres, me buscaba pibes afeminados, y tenía razón: petiso, de contextura pequeña, sin barba y un arito en la ceja.


Pero seguimos camino, y uno de los temas que se coló fue nuestro rol como espectadoras de las dos primeras temporadas de Operación Triunfo durante nuestra adolescencia -durante la primera, ella apenas tenía 12 añitos, yo 14; durante la segunda, ella tenía 14, yo 16-. De la tercera nos acordábamos poco y nada, ya que éramos más grandes y ya habíamos perdido el gustito de observar y desear a esos aspirantes a estrellas del pop/folclore argentino. 


Yo: Casi no me acuerdo nada de la tercera temporada...sólo me acuerdo de que había una torta de Rosario que se llamaba Ayelén, y de que yo quería que ganara, jajaja.


D: ¡Sí, me acuerdo! Hasta mis amigos venían y me contaban que había una chica "como yo" en Operación Triunfo, jajaja.


Yo: ¡Ah! También me acuerdo que había un puto que era una mezcla inentendible de Marilyn Manson y Atahualpa Yupanqui.


D: ¡Síiiiii, es verdad!


Luego empezamos a entender, en retrospectiva, por qué nos habían gustado determinadxs participantes, tanto los hombres como las mujeres:


Yo: De la primera temporada, me gustaba un rubio de pelo largo que se llamaba Luciano...


D: ¡Sí, el marplatense! ¡Una pinta de puto! jajaja.


Yo: Y de la segunda, otro re afeminado: Nelson. Jajaja. Me acuerdo de que una amiga mía me había pedido que le regalara el CD de él para su cumpleaños. Fuimos juntas a Musimundo y nos dio tanta vergüenza dar la cara ante la cajera que le dijimos que lo envolviera para regalo jajaja.


D: Yo me acuerdo de que había grabado la gala en la que Josefina y Melisa cantaban una canción de Gloria Estefan. Me encantaba Josefina...Miré ese video tantas veces y se lo mostré a todo el mundo, tanto que ya me lo conocía de memoria.


Yo: Y..¿Te acordás de Juliana? ¡Cómo me gustaba!


D: Ufff, sí...cuerpo chiquito, voz caliente....¿Y de Florencia Villagra? Después me enteré de que era torta, cuando había venido a hablar en un evento organizado por AMADI. Después entendí por qué me gustaba tanto.




Después de almorzar, fuimos a uno de los supermercados y, curiosamente, nos encontramos a uno de los entonces jurados de OT, Rubén Goldín, comprando cosas junto a dos nenes chiquitos. Nos miramos de repente sin decir nada y nos reímos.


Cuando llegamos a casa, miramos algunos videitos en Youtube y nos morimos con la torta rosarina cantando: "Rápido, vení para acá, no me oís mujer, que te estoy llamando....¡no aguanto un minuto más!"



martes, 17 de julio de 2012

Loca ella, loca yo

Es curiosa la distancia que puede haber entre las percepciones que tenemos de nosotrxs mismos y la que los demás tienen de unx. Tal es así que yo siempre me consideré una persona muy seria, muy cuerda, con los pies en la tierra; y sin embargo, últimamente muchas personas cercanas me han descripto como loca, chiflada, desquiciada. Es curioso también buscar, después de 23 años sin saberlo, el significado de mi apellido, que asumo que es alemán, y significa "chiflado".

sábado, 14 de julio de 2012

Conversaciones conmigo misma III

Laura: El día en que no la dejes más usarte como consolador cada vez que se sienta sola, ahí vas a dejar de volver una y otra vez a meterte en el mismo agujero.

sábado, 23 de junio de 2012

Tres mujeres

Tres mujeres es una canción escrita hace algún tiempo que me dispuse a grabar con el programa muy rudimentario de mi hogar. Disculpen los acoples y el volumen bajo. Para escuchar, acá.



lunes, 18 de junio de 2012

Curiosidades

Me da mucha gracia observar que hay gente que llega a mi blog al buscar en google este tipo de cosas:

"que es la masturvacion"
 









"ariadnaenmilaberinto@hotmail.es"
 









"como masturvarse"
 









"dali sexual"
 
"prohibida la diseccion en Roma"
 
 



domingo, 10 de junio de 2012

El amor, ¿es suficiente?

"Tuvimos muchas diferencias. Creo que, en lo único que coincidimos, fue en la cantidad de amor que sentimos la una por la otra", me dijo del otro lado del teléfono. Y, mientras una lágrima resbalaba por mi mejilla, supe que nunca antes había dicho palabras tan certeras.

Hay muchas cosas que no voy a extrañar de ella. Pero creo, sin dudas, que van a ser más las que voy a extrañar. Al despertarnos juntas, los rastros tibios, en su cuello, del perfume que había usado la noche anterior; los mensajes de texto llenos de sexo mojado y gemidos un martes a las 16 hs; la llamada de un domingo a las 9 de la mañana diciendo: "Estoy en la puerta" (y traía facturas en una bolsa); las comparaciones y metáforas que vive haciendo al hablar; las canciones que compuso en su adolescencia; los orgasmos que atrapaba con mi mano en menos de un minuto; que me leyera con su voz de contralto alguna novela o poesía para que me durmiera; que me diera una carta manuscrita; que se riera -sin creerlo- cuando le decía que era la cosita más hermosa de este mundo; que tuviéramos que ver en partes todas las películas porque nos empezábamos a tocar en el medio; que inventáramos nuestra propia deidad para quejarnos de nuestras desgracias (Deusa, por una canción de Bethania); que hiciera chistes del tipo: "Con lo que nos sobra, deberíamos crear un banco de flujo, para las frígidas. Es todo un  negocio. Si existen bancos de esperma, por qué no de flujo";  que me pidiera, mientras íbamos caminando por Gaona, que nos paráramos a mirar la silueta de la iglesia dibujada en el cielo de madrugada; y que me repitiera: "No hay nadie en este puto mundo que ame tanto como yo te amo".

martes, 5 de junio de 2012

Paria

Cómo puede cambiar la rutina
de una semana a la otra.
Levantarse a la mañana
a la hora que el cuerpo te pida
con la única obligación de leer
hasta acostarte y levantarte nuevamente
hasta que el cuerpo lo pida.

Cucaracha kafkiana,
eso me siento, desempleada
afuera de un sistema
donde las decisiones se toman
en empresas extranjeras
que siquiera saben tu nombre
ni cómo es que les fuiste útil.

¿Dónde está el premio por tener 23 años
y vivir sacrificándote?
Una carrera eterna, un título bajo el brazo,
laburos en empresas importantes,
vacaciones ausentes desde hace casi dos años.
Días de 12 horas de trabajo, parciales,
portugués todos los lunes, guitarra los martes,
cursada los miércoles, jueves y viernes,
y sábados y domingos. Leer, leer, trabajar, leer.

Ni siquiera el amor funcionó.
Ni siquiera el esfuerzo funcionó.
Quiero, alguna vez en mi vida,
conseguir un contrato de por vida,
un con-trato para amigarme con la vida.
Quiero irme a vivir sola,
sin que nadie me joda,
quiero, quiero, quiero.
Soy puro deseo,
me cortan las alas,
las antenas, la cola,
estoy desarmada,
en mil pedacitos,
aplastada
por una zapatilla
talle 44.
Quiero volar,
sola, con alguien,
pero volar,
entera.

sábado, 19 de mayo de 2012

Reina de las bicicletas

Eu me pidió que actualizara el blog, así que acá me ven. Con una nueva canción, que escribí el martes, antes de haberme peleado con Dana.Para escuchar acá. 

La letra:

    Miles de bicicletas rojas
    giran sus miles de ruedas
    corren, se sueltan sus cadenas
    y luego estallan en la boca

    ¿Una avería en el sistema
    respiratorio, mecánico?
    ¿falta o sobra una pieza?
    ¿o es que algo dejó su rastro?

    Reina de las bicicletas,
    repare estos estragos
    usted me visita y sus ruedas
    dejan huella en mis labios surcados.

    Traiga una llave, una tuerca,
    algo que arregle este estado.
    de indefensión y de ausencia,
    de que algo está faltando.

    Es que usted viene y me deja
    llena de paisajes foráneos,
    de lejanas carreteras
    y de placeres extraterráneos.

    Reina de las bicicletas,
    monte sobre mi lomo y vayamos
    a traspasar las fronteras
    de este mundo mecanizado.

lunes, 27 de febrero de 2012

Delirando en la plaza Vera Peñaloza

Estábamos paseando por San Telmo y pasamos por la plaza Vera Peñaloza, en Piedras y San Juan. Nos tiramos y apreté el record del grabador. Para escuchar, acá.