domingo, 12 de septiembre de 2010

Empecé la jornada dominguera sacudida por un despertador no precisamente electrónico: mi hermana estaba en la habitación de al lado teniendo relaciones con el novio y haciendo uso de lo que se puede llamar "libertad de expresión". Eso me hizo acordar al día anterior: sábado por la noche bizarro si los hay, vinieron los chicos de la facu y empezamos a desempolvar unos cuantos vinilos para escuchar a todo lo que daba Led Zeppelin, The Beatles, Deep Purple, Génesis, etc, etc... Incluso el disco de Saturday Night Fever. Sí, por eso había dicho noche bizarra.
En un momento los gritos de Robert Plant se frenaron cuando quise cambiar de disco y escuchamos a mi hermana gozar de lo lindo. Evidentemente, no desentonaba con los gritos del célebre cantante, para nada. No me pareció generoso de su parte comer frente a los pobres: dos chicos y una chica con síndrome de abstinencia sexual escuchando vinilos un sábado por la noche mientras la otra la estaba pasando joya... eso sí que no se hace.
Hoy me levanté y creí estar escuchando a Led Zeppelin de nuevo pero no, era mi hermana. Otra vez, y otra vez.
Pensé en positivo: quizás hoy venía una chica con la que veníamos hablando por chat y un amigo me quería presentar. La tarde pasó, la chica (siempre en otra) me dijo que se levantó a las 18 y que le iba a "costar mucho arrancar y venirse hasta casa", así que desistí. Estoy cansada de las vueltas. Sobre todo por el hecho de que yo soy demasiado directa.
Pero el fin de semana no terminó tan mal: me agregó a la famosa red social una amiga de una amiga que viene de terminar una relación de dos años y tres meses. Y así empezamos a hablar. Y heme aquí siendo invitada por ella a un cumpleaños que tiene el viernes para poder conocernos. Quizás el próximo fin de semana termino gritando unos versos de You shook me, quién sabe.

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hacen los coros