sábado, 25 de septiembre de 2010

A la inversa

Colmada de vacío,
vacía plenamente.
Mi estómago grita
y mi boca padece.

Quise volverme frívola
hasta quemar a la inversa
y dejar de congelar estímulos
que quemaron mi lengua.

Quise dejar de congelar instantes
para alimentarme en el futuro.
Porque, si estaban podridos,
no haría bien su consumo.

Mi paciencia late,
mi sexo espera,
mi cerebro corre,
resuelven mis piernas.

Colmada de vacío,
vacía plenamente.
Mi estómago grita
y mi boca padece.





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