miércoles, 31 de octubre de 2012

Tu mano húmeda

Bueno, hoy puedo decir que, tras casi 6 años de vida universitaria, me siento realizada. Hoy tuve uno de los teóricos más emotivos -y menos teóricos- de la carrera.

Eran las 19 hs. Teórico de Cultura Popular y Masiva, Facultad de Ciencias Sociales, UBA. 200 personas en el aula. El jefe de cátedra, Pablo Alabarces, retoma un tema de la clase pasada: la cumbia -uno de los tantos géneros de la música popular-y sus transformaciones en base a las transformaciones de la sexualidad de hombres y mujeres. Las mujeres, que empiezan a adquirir mayor autonomía y el placer "comienza" a poder ser también femenino; y los hombres, que no saben qué hacer con esa ganancia de autonomía. De allí surgen canciones como "Laura se te ve la tanga", "Andrea", entre tantas. El goce -como consecuencia del sexo oral o la penetración anal- está puesto en la mujer, cuando en realidad todos sabemos que aquellos son las fuentes de goce del hombre y -dijo el docente-, "no hay estadísticas sobre la preferencia de las mujeres por esas prácticas".

-"Encuesta en vivo!", gritó una de las docentes de prácticos -hermosa, por cierto-.

Todos rieron, pero la clase siguió y nos pasaron un fragmento de Casablanca, en el que todos cantan La Marsellesa y se ve la carita esculpida de Ingrid Bergman, enamorada de Humphrey Bogart.

Pero no termina ahí. El docente comienza a hablar de la música popular como una forma de educación sentimental que nos ayuda a pensar y sentir lo emotivo. Una forma de expresión "de manera más interesante"  de nuestros sentimientos: decir te quiero, te extraño, no me dejes; pero de manera más copada. Ahí se habló del chiste en el que una chica dice ¡qué plagio este Neruda, se copió de todas las poesías que me escribió mi novio".

La clase siguió y luego vino lo más interesante. El regreso del bolero con Luis Miguel y su "No se tú", y la explosión de la música melódica contemporánea en América Latina.

Y aquí el quid de la cuestión. El profesor dice: estuve buscando toda la tarde algo para pasarles,  encontré esto y me quedé anonadado.

 

La dejó enterita. Hasta el final. La clase prorrumpió en un aplauso. El video era una excusa para hablar de cómo la música melódica, en esos comienzos de los '80, pudo mostrar que se podía hablar de otras cosas -como una historia de amor entre mujeres-y no sólo de pelotudeces cursis.

Y sí, dijo el docente: en la música melódica no se hablaba de fluidos ni de humedad, y acá sí: hablaban de "tu  mano húmeda sobre la mía".


domingo, 28 de octubre de 2012

Calambres en el alma

Cada cual tiene un trip en el bocho, pero por suerte pudimos ponernos de acuerdo. Fue la separación más sensata, madura y emotiva que tuvimos. No hubo gritos, ni palabras hirientes, sino de apoyo y esperanza. Esperanza de reencontrarnos algún día con una sonrisa. Esperanza de vernos mucho mejor que ahora y ser felices por ver feliz a la otra.



domingo, 21 de octubre de 2012

En el día de la madre



Dana siempre me habló de su impotencia, de su enojo con el mundo porque ella nunca tendría la posibilidad de darme hijos. Fue así que se me ocurrió pintar este cuadro, "Deuda externa", para expresar el precio a pagar por dos mujeres que quieren tener un hijo. Un hijo que no tendrá los rasgos de ambas. El esperma como deuda externa. El dinero como requisito para la procreación. El color cálido de la vida por nacer, el color pálido de la impotencia.

Ayer releí una carta que Dana me escribió exactamente hace 2 meses, el 21 de agosto: "Algún día, media docena de críos felices va a besarte tanto hasta ponerme celosa. Van a estar enamorados de su madre y vamos a tener que gastar ¡millones! para solucionarles el Edipo. Quiero más de una vida con vos, y ahora que lo pienso bien, ¡quiero una docena de hijos! ¡Qué digo! Quiero que todas las criaturas del mundo te tengan como madre".

Y es que, a veces, con ella coincidimos en que soy su segunda madre, su verdadera familia.

Este es un Día de la Madre bastante extraño. El mundo es raro. Una muy amiga mía, de 23 años, va a ser mamá. No sabía si abortar o tenerlo, pero se decidió por lo segundo. Dana se queja y se enoja con Deusa y con todas las deidades del Universo de que cualquier mujer puede quedar embarazada de un día para el otro, menos nosotras, las lesbianas. Pero, de todas maneras, le gusta pensar y fantasear con los hijos que una inseminación artificial nos podría dar dentro de algunos cuantos años, y de los nombres que les pondríamos. Yo me río.

E incluso fantaseamos con la posibilidad de que, algún día, las mujeres no necesitemos esperma para procrear. Y no lo inventé yo:

http://www.taringa.net/posts/info/1173659/Investigan-la-creacion-de-esperma-femenino_.html

  



viernes, 12 de octubre de 2012

domingo, 7 de octubre de 2012

No da

No da que, en una fiesta familiar, tu abuela le diga a tu novia: "¿Te crecieron los pechos?", ella le responda que sí, que puede ser, y, a continuación, tu abuela le diga: "Debe ser porque te las masajean bastante", con tono pícaro.