Hoy, mientras laburaba, esta amiga me lanza, vía msn, su clásica frase. Y yo esperaba cualquier cosa, menos lo que vino a continuación. El sábado fuimos con ella y dos amigos a tomar algo a Palermo. Luego de beber unos cuantos vasos de cerveza, uno anuncia que ya era hora de rumbear para nuestros respectivos hogares. Todos estuvimos de acuerdo. Uno se tomó un bondi para ir a Villa Urquiza y los demás nos fuimos a por el querido 55. Finalmente, mi amiga, que se dirigía para Liniers, se dio cuenta de que le convenía tomarse el 34 y después hacer combinación, y se separó de nosotros. Hoy me vengo a enterar de lo siguiente (reproduzco sus palabras):
"...Me quedé dormida y me desperté en el-medio-de-la-nada, literalmente. Como no sabía dónde carajo estaba, ni veía ningún colectivo pasar, paré un coche. El tipo me dijo: "Voy para el otro, pero, si querés, te dejo en Ramos". Le dije que sí, y tenía miedo de que me llevara para cualquier lado, o me hiciera algo. Pero tuve suerte. El tipo me dejó en Ramos y yo decidí tomarme un taxi hasta casa. Pero, en un momento, el taxista empezó a frenar la marcha y apoyó su mano sobre mi pierna. Me asusté y abrí la puerta del auto y me tiré. Me hice mierda. El tipo aceleró con la puerta abierta. No sabía qué hacer. Me volví a pata a casa...".
Bueno, debo aceptar que, esta vez, su frase sí quedó justificada.
Nonononnono....quedé con la boca abierta. nunca pensé que me iban a aconsejar que haga dedo antes de tomarme un taxi.
ResponderEliminarSinceramente lo que hizo tu amiga fue lo mejor, tirarse del taxi.
Su frase quedó justificada y sigue haciendo referencia que sigo sin encontrar algo bueno de los taxis. ( y con todo respeto a las posibles personas que manejen un taxi y lean mi comentario)
Saludos!!
Sí, realmente lo recomiendo, y es que tengo otra historia: a mi vieja el tachero la llevó a un lugar solitario para robarle porque estaba arreglado con unos chorros. Desde entonces, ella ya no toma taxis.
ResponderEliminarAsí que, que los de Radio 10 (emisora amiga de los taxistas por excelencia)no se atrevan a hablar de inseguridad sin hacer referencia a sus amiguitos!
Bueno, algunos dicen que la inseguridad es no saber si tenés para comer.
ResponderEliminarA mí me pasó a los 13 que tomé taxi por unas pocas cuadras y el tachero me ofreció PLATA para que le diera un beso. Yo ni siquiera había besado a ningún amiguito, así que imaginate. Es más me acuerdo que me moestró los billetes (para manifestar que su oferta era real).
Ay... qué horror.
Yo prefiero andar en el medio de locomoción más bello: la bici.
Qué historia! Yo por suerte nunca tuve esa clase de propuestas indecentes, la única vez que me mostraron un fardo de billetes fue un par de mexicanos -de nombres muy peculiares: Moisés y Raimundo- que me encontraron en Plaza de Mayo y me querían usar de guía turística y, para compensarme, me invitaron a comer a "Siga la vaca". Obviamente no acepté.
ResponderEliminarPero, volviendo al tema del taxi, yo no confío y, por eso, nunca los tomo. No tengo bici, así que mi medio de transporte es definitivamente el subte o las piernas.