miércoles, 6 de abril de 2011

Semana "Santa"

Hace más de un año dejé a mi ex. Me acuerdo de que, para Semana Santa, él se había ido con amigos a Rosario, destino al que me había propuesto ir días antes de que yo le cortara. Y yo -que no me había podido acostumbrar a mi nueva amiga Soledad después del corte-, lo llamé llorando uno de esos días de fin de semana largo. La charla no condujo a nada, obvio. Ni siquiera recuerdo bien sobre qué hablamos. Lo cierto es que no volvimos, porque yo, aunque estaba peleada con Soledad, no quería volver con él. Sí, lo sé. Cualquiera haberlo llamado.
La cuestión es que, después de un año de aquel episodio, el panorama de mi Semana Santa va a ser completamente distinto. Gracias a haberme animado a ir a la radio hace unas semanas, empecé a hablar por msn con una marplatense que escuchó el programa grabado. Al principio pensé que estaba loca, es cierto. La charla empezó con un:
"Sí, te escuché en la radio y bueno, el linkeo es inevitable... Pero hablemos de algo que no sea tan literal, digo, esas cosas las hablás con todo el mundo...y no es un poco aburrido?".
Después de preguntarme algunas locuras y de yo no saber si irme al carajo, esperar a ver si era una joda de alguien conocido o descubrir a qué quería llegar, decidí seguirle la charla. Me pidió que continuara una historia que ella empezó, como si fuera un cadáver exquisito virtual. Yo la frené y le dije que charláramos un poco en serio para, aunque sea, saber con quién estaba hablando. Y, como siempre, terminé ganando. Y así, se puso interesante hasta que me dijo que se iba a dormir.

Ella: Buena onda, che. Fue de las mejorcitas conversaciones que he tenido. Te pongo un 8.
Yo: No me podés poner puntaje! Eso me hizo a acordar a algo no muy grato.
Ella: Ayyy, te acordás de tus novias..
Yo: Nada que ver, de un ser despreciable que nada tiene que ver conmigo.
Ella: ¿Me tratás de despreciable?
Yo: Si vos pensás que sí..bueno, me voy a dormir. Te pongo un 6,50.
Ella: Uh, encima me ponés ese puntaje de mierda? Ahora te pongo un 0,25.
Yo: Bueno, mejor. Cuanto más bajo el puntaje, más fácil es mejorar.
Ella: Ves? Esas cosas son las que me dan ganas de coger.

Las charlas se volvieron diarias y muy interesantes, y descubrí que su locura era la locura de todo estudiante de Letras que también enseña teatro. Mezcla explosiva si las hay. Y si a eso le sumamos el boxeo, la guitarra para zurdos que toca, las poesías en prosa que escribe y los cuentos pornográficos que me inventa para calentarme, bueno, definitivamente se volvió alguien especial en pocos días. Tanto es así que ya tengo con quién pasar mis cuatro días de Semana Santa. Ahora doña Soledad se hizo mi amiga, convivo con ella; pero, de vez en cuando, le pido que se de una vuelta por ahí y que me traiga a alguien en su lugar.

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