Mostrando entradas con la etiqueta odio ponerme sentimental. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta odio ponerme sentimental. Mostrar todas las entradas

miércoles, 13 de julio de 2011

Ella se pasea
por las paredes de mi casa
y mis ojos no cesan:
de la casa al trabajo,
y del trabajo a sus piernas,
entre las mías,
y ese espacio que queda.
Se pasea por los parques,
me sacude las caderas,
mis ojos, dislocados;
la circulación se reinventa.
Se abre paso por las calles
burla los autos, las carreteras.
Está en el almuerzo, toma mis libros de texto,
se mete en mis sábanas y en las novelas.
Disfruta paseando en los sueños,
enturbiando las fiestas,
reaparece en los recuerdos,
y se ríe durante la cena.
Me abre sus brazos
en el transporte público, en la acera,
me inventa sonidos,
y el silencio me llena.
Parece ubicua,
parece eterna,
le toma la mano a la mía
y juntas procrean.

lunes, 13 de junio de 2011

No hay título que valga

¿Viste cuando estás tan, pero tan feliz, que no te sale escribir nada poético? Bueno, esto me pasa hoy a mí. ¿Por qué será? Mmm, me parece que la respuesta es bastante sencilla. Cuando alguien que extrañás demasiado porque vive a 400 kilómetros de distancia te dice que, en dos semanas, lo único que las va a separar todos los días son una línea A y un poquito de la C (y ya no más una gélida pantalla con parlantes), son esos momentos en que una puede decir que es feliz. Y como no me salió escribir nada poético, pego abajo algo que ella me escribió ayer, que me encantó.

Poema que trata del tiempo del sexo de vos de mí y de un vino
 - en discusión con Heidegger y Deleuze -
                                                                                             
                                                                                              
Te escribo un poema
un poema de los días que son
que pasan
que fueron desde hace ¿tres meses?
algún 28 algún número
alguna conversación
dados datos suerte sé yo que
cuando una palabra hace click
otra hace crack
 y todas te nombran
a vos
a mí
a quienes somos
¿quiénes somos?
¡mierda!
esto de ser
me hace acordar a Heidegger
el ser y el sexo
pienso
¿el ser es sexo?
el ser es su cuerpo
su sexo
su vos
su vos en mí en vos
tu vos mi mí
mi mí en vos
y viceversa
el tiempo
dado vuelta
cuando uno coge
está
en otro lado
y en sí mismo
el tiempo es
tres cosas
vos yo él
tiempo
¡mierda!
me río
tomaría un vino
conmigo con vos
para después el amor
tu sexo
vino de mí
devino Deleuze
y su devenir qué
¡devenir qué!
devenir vos
devenir qué
basta mierda sé
que cuando un palabra hace click
otra hace crack
y no hay nada como tomar
un vino después
de estar en tu lugar
y viceversa

-----------------------
Sí, me dejó pensando. 
[¿es el lenguaje "la casa del Ser", porque nos permite nombrar lo que somos? ¿O, en realidad, las palabras son palabras, y el sexo es la esencia de los hombres y las mujeres, porque no nombra, no construye, es lo más espontáneo que existe; es lo que somos en el cuerpo del otro?]

sábado, 7 de mayo de 2011

Canción para ella

Bueno, finalmente le puse letra entre ayer y hoy. Les presento esta canción grabada caseramente. Prohibido leer la letra sin escuchar la canción, no tiene gracia si no. Y prohibido escuchar sin auriculares. Hay cosas de la letra que sólo las entenderemos ella y yo, y esa es la gracia. El solo es el de la entrada anterior, pero como no tengo a un guitarrista que me acompañe, los tengo que hacer por separado.

http://www.megaupload.com/?d=6TV565XN

Letra y música: Mayo 2011

Dana

Dana, Dana...
Tus palabras...
me hacen elevar.
Tus palabras...
me hacen elevar.

Vos, voladora
en el Desierto del Sahara.
Vos, en tu alfombra
importada de La Alhambra.
Vos, en la Costa,
y yo te espero en la ciudad.
Yo toco mis notas
y vos las escuchás.

Dana, Dana...

Voy a fumar
del tabaco
que me das.
Voy a tocarte
a escucharte
suspirar.

No pienses que estamos perdidas
en Tokyo, en Marruecos o en Buenos Air....es-tamos,
estamos tranquilas en un espacio
creado por ambas.
Dejame, dejame tocarte
despacito, así, nada más.

Ayyy...ayyy..
quiero escucharte decir
ayyy...aaayy...

Dana, Dana...

Quiero que nuestros cuerpos
sean como las olas del mar
que se mezclan...
espuma blanca que viene y va...

Contame, contame una historia
auque no la sepas contar
Inventame, inventame un encuentro
en que, mientras leo, me empezás a tocar.

Y digo ayy....

domingo, 24 de octubre de 2010

Persona/je

Hace unos meses había escrito un texto que decía en una parte: "Me gusta que no haya cohesión interna entre mis distintas semanas, incluso entre los días de esas semanas, incluso entre las horas de esos días". Pero ya es suficiente. Sí, es interesante protagonizar corto y largometrajes tan disímiles entre sí en períodos de tiempo tan estrechos. Ahora me sitúo del otro lado de la pantalla y me afirmo como crítica y digo: me cansé de tanta ductilidad, de tanta plasticidad en mis interpretaciones. Quiero que este abanico de personajes se estanque en algún momento, quiero que me dejen de convocar para formar parte de un elenco diferente cada día. Quiero dejar de actuar y comenzar a vivir. Quiero dejar de vivir -vivir desde varios ángulos pero siempre desde acá- y comenzar a ser vivida. Quiero improvisar, pero no hacer monólogos. Quiero que alguien me de el pie inicial para expresar todo esto que está comprimido en mis adentros. Basta de luces, cámaras y acción, basta de puestas en escena, basta de maquillajes y vestuarios ficticios.
Odio ponerme sentimental, pero a veces me sientan bien las películas románticas. Necesito despertarme con alguien al lado y que ese cuadro se repita una y otra vez, no que sea tan sólo una escena suelta entre las tantas presentes en los 365 actos de mi obra anual. Sí, lo admito, este año me divertí. Protagonicé unas cuantas comedias románticas, y algún que otro drama; pero me harté de la ligereza de ese cine símil norteamericano.



El amor no responde a la voluntad.