Hace mucho tenía ganas de escribir esta entrada, pero hoy me senté con toda la determinación. Es gracioso que, una vez que te das cuenta de que sos torta (a la edad que sea) muchas cosas comienzan a cobrar sentido.
En mi caso, yo empecé a sospechar a eso de los 17, 18 años; pero una vez que lo supe con certeza, me empecé a acordar de muchos indicios que la vida me daba y de los que nunca me había percatado.
-Mi mamá siempre me contaba que, cuando tenía cuatro años, aproximadamente, me llevaba a la plaza Misericordia, de Flores, y yo siempre tenía unas ganas irrefrenables de ir a abrazar y dar besos a las chicas y chicos que se me cruzaran en el camino.
-Este año, cuando me mudé, encontré unos informes del Instituto Vocacional de Arte al que iba en Parque Chacabuco cuando tenía 8 años. La profe de instrumentos autóctonos escribía que tenía buen trato con mis compañeros "especialmente con Leila" y que a veces me peleaba con los varones porque me hacían cargadas.
-Miraba Sailor Moon y me encantaba la torta-chongo que era sailor Urano. Ah! Y Ranma un medio, cuando se transformaba con agua en esa pelirroja de pechos impresionantes.
-Cuando tenía 10 años, vi "Tomates, verdes y fritos" y me quedé fascinada con la protagonista (torta a más no poder). Hasta el punto de decir que cuando fuera vieja iba a ser como ella e iba a tener el pelo largo y blanco.
-Lo que viene a continuación es lo más gracioso. Porque mis viejos se habrán dado cuenta de que ellos fueron los encargados de volverme torta y se habrán querido morir: desde que tengo uso de razón, la cantante preferida de mi vieja es Sandra Mihanovich. Además, sonaban en casa Marilina Ross y Celeste Carballo. A los 15, yo las escuchaba tanto como mi vieja, hasta el punto de ir junto con ella y mi viejo a los recitales de Sandra, entre chicas que le gritaban "Hermosa" y le tiraban corpiños.
-El primer disco que me compré fue Jagged Little Pill de Alanis Morissette, a los 12 años. Bien de torta.
-El primer orgasmo que tuve fue tocándome después de ver la película de Frida Kahlo, protagonizada por Salma Hayek. En una escena se besaba y bailaba con otra mina.
-Empecé a tener sexo con tipos y yo pensaba: "No puedo entender que la gente diga que el sexo es uno de los grandes placeres terrenales". Es que no sentía nada, evidentemente. Pobre mi ex novio de los 17 años.
Deben haber muchos más, pero por ahora me acordé de esos.
esta entrada es suprema
ResponderEliminaren caso de tenerla, tu terapeuta estaría muy orgullosa de vos!
Jaja, gracias! Sí, nunca tuve terapeuta. Quizás este sea el momento preciso de tenerla, quién sabe...vos decís que quedará sorprendida de mi autoanálisis? Jaja.
ResponderEliminarUn saludo!
Hola L.:
ResponderEliminarCada persona es como es, sin vueltas.
Se llama "aceptación del ser".
Cada persona, en general, sabe siempre qué cosas tiene dentro.
Se llama "conciencia del ser".
Otra cosa son los prejuicios: acá sonamos.
Si te afecta, lo aconsejable es ir a una terapia.
Seguí con el autoanálisis, no hace mal, todo lo contrario.
Saludos.
Daniel, no? Sí, de psicología sé bastante poco, así que el autoanálisis es muy de intuición y, como vos decís, de ese ser conciente de mi ser. Pero creo que, si debería ir a terapia, sería por cualquier cosa antes que por ser lesbiana! Cómo me va a afectar lo que me constituye y lo que me dio tantas felicidades, y me hizo descubrir el amor?
ResponderEliminarEstá bueno autoanalizarse, sí. Es lo que suelo hacer y esa quizás sea la razón por la cual nunca recurrí a un especialista: me amarga hablar de problemas, incluso a mis amigos. Así que uso este blog como especie de terapia. Escribir siempre hace bien.
Saludos :)