jueves, 16 de agosto de 2012

Mejor que el chocolate



Me acuerdo de la primera vez que vi esta película...Yo recién empezaba a estar con otras mujeres y me fascinó. Me moría de ganas por sacar de la pantalla y traer a mi cama a esa Christina Cox de pelo cortito y rubio, grandota, fibrosa y artista; o yo trasladarme a esa casa rodante hippie en la que ella vivía para que ella me hiciera un retrato o yo uno a ella. O compartir juntas uno de esos cubículos del baño del boliche, mientras otras tortas hacían fila y escuchaban los gemidos. O estar cogiendo en el sillón de la casa y ser descubiertas por un hermano.

También me moría de ganas por trabajar en ese local, "10 percent books", y que mi jefa fuera Ann Marie Macdonald (o Frances, en la ficción), tan intelectual y, al mismo tiempo, intrigante.


Al ver esta película por tercera vez hace poco, pude sacar algunas conclusiones acerca de mis gustos:

-que me gustan las mujeres de pelo corto, definitivamente.

-que me gustan artistas/intelectuales

-que cuando vi por primera vez esa película, pensé que ese tipo de minas -hermosas, llenas de aventura, de intriga, de arte, de intelecto y de pasión- sólo existían en la ficción. Pero ahora que conozco a Dana, puedo decir que también pertenecen a la vida real.

2 comentarios:

  1. En la vida real hay toda clase de personas, no hay que resignarse, sino ser mas atentas y saber esperar :) que bueno que hayas conocido a alguien asi!

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  2. Sí, es verdad! Y tuve la suerte de encontrarla bastante rápido!

    Gracias por pasarte!


    Saludos.

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hacen los coros