Las mujeres me forrean y me hacen sufrir,
de los hombres no me puedo enamorar,
monja no me puedo hacer porque no soy católica,
así que concluyo que estoy verdaderamente jodida.
domingo, 30 de octubre de 2011
viernes, 28 de octubre de 2011
¿Sabés qué? Te tengo que agradecer
Porque si hubiera sido por mí,
no lo iba a poder hacer.
Gracias por liberarme de una vida
de riñones atrofiados,
de trabajos insatisfactorios
y de ataques de pánico.
Gracias por dejarme sola
antes que mal acompañada.
Gracias por dejarme sola
y darme la posibilidad de,
algún día, encontrar a alguien
que no me haga sentir sola,
estando acompañada.
Gracias por liberarme
de los problemas que yo no tengo,
de los dolores que yo no tengo,
de los alquileres que yo no tengo
que pagar, por los que preocuparme.
Gracias por dar el paso
que yo no hubiera podido dar
por estar enamorada
una tiene unos yuyos en las manos
y piensa que carga con tulipanes
importados de Holanda.
Es paradójico recibir correo
que diga "te amo, ayer soñé con vos,
como todas las noches
desde el día en que te conocí",
y al día siguiente escuchar un voz
que desde el teléfono anuncie:
"no quiero verte, quiero estar sola".
Te perdono por haberme hecho gastar
meses junto a una compañía ausente,
porque te agradezco por hacerme ahorrar
años que podrían haber sido deprimentes.
Porque si hubiera sido por mí,
no lo iba a poder hacer.
Gracias por liberarme de una vida
de riñones atrofiados,
de trabajos insatisfactorios
y de ataques de pánico.
Gracias por dejarme sola
antes que mal acompañada.
Gracias por dejarme sola
y darme la posibilidad de,
algún día, encontrar a alguien
que no me haga sentir sola,
estando acompañada.
Gracias por liberarme
de los problemas que yo no tengo,
de los dolores que yo no tengo,
de los alquileres que yo no tengo
que pagar, por los que preocuparme.
Gracias por dar el paso
que yo no hubiera podido dar
por estar enamorada
una tiene unos yuyos en las manos
y piensa que carga con tulipanes
importados de Holanda.
Es paradójico recibir correo
que diga "te amo, ayer soñé con vos,
como todas las noches
desde el día en que te conocí",
y al día siguiente escuchar un voz
que desde el teléfono anuncie:
"no quiero verte, quiero estar sola".
Te perdono por haberme hecho gastar
meses junto a una compañía ausente,
porque te agradezco por hacerme ahorrar
años que podrían haber sido deprimentes.
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